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Periodismo en clave de género

Cada día avanzamos hacia el reconocimiento del importante papel que juega la mujer en distintos ámbitos de la sociedad. Sin duda, durante el conflicto armado colombiano fueron violados muchos de los derechos de la mujer, que hoy pretenden resarcirse. El postconflicto nos presenta un nuevo reto: que las voces de ellas empiecen a escucharse en la toma de decisiones. Solo así construiremos democracia. 

Por: Jessica Hurtado Carvajal
Estudiante de Licenciatura en Literatura, Univalle

Foto: cebem.org

El 10 de noviembre se realizó, en el hotel Cosmos de Cali, un encuentro para dar a conocer las cuestiones sobre género en el periodismo. Asistieron representantes de los medios alternativos de la ciudad, entre ellos la revista de derechos humanos Hecho en Cali y el periódico La Palabra de la Universidad del Valle. 

Como primer punto, Ángela Cerón, directora de la Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz (IMP), realizó una exposición sobre la importancia de la resolución 1325 del año 2000. Teniendo en cuenta que el 25 de noviembre se llevará a cabo el día de la no violencia contra la mujer, resulta crucial poner en práctica lo expresado en dicha resolución que, escrita en un papel suena muy bien, pero hasta el momento no ha sido implementada. 

En ella, se expresa la necesidad de reconocer la calidad de las mujeres como víctimas del conflicto armado en Colombia, pero, más allá de eso, de otorgarles un papel determinante en la toma de decisiones. Algo recurrente en la mayoría de reuniones de los altos mandos de un país, y aún en un proceso de paz que atañe a todos sus ciudadanos, es la ausencia de mujeres. Mediante la socialización de esta resolución pretenden cambiar esta costumbre. 

En primera medida, se propone eliminar los estereotipos sobre el papel de la mujer en la sociedad. La segunda medida, por lo menos en lo que al periodismo se refiere, es incluir a la mujer dentro de los entes con poder de decisión y como fuentes especialistas en diversos temas. Una tercera medida, afín a todos los medios de comunicación, es la necesidad de impedir la mercantilización del cuerpo de la mujer como objetivo de la publicidad. 

Otro aspecto relevante es el papel de los medios de comunicación durante el conflicto y el proceso de paz. Sabemos que la visibilización de la violencia hacia las mujeres en los medios de comunicación —o la ausencia de ella— depende, en gran medida, de relaciones de poder enquistadas en nuestro sistema. Es por eso que la Red Colombiana de Periodismo con Visión de Género cree que parte importante de la nueva visión hacia la Paz Total está en la obligación de incluir a las mujeres, y que los medios de comunicación juegan un papel crucial en este sentido. 

La segunda ponente de la tarde fue Fabiola Calvo. Periodista, escritora, columnista y experta en enfoque de género. Su intervención comenzó de forma curiosa: con música. “Voy a recordarles la infancia”, dijo, y procedió a poner un video en el que se alternaban canciones de distintos géneros musicales con algo en común: en todos ellos la mujer aparecía como un objeto de decoración. Algo que es bonito, frágil, digno de cuidado, pero en ningún caso alguien capaz, inteligente y con derecho a la autodeterminación.

Posteriormente, nos preguntó a cada uno de los presentes a qué se dedicaban nuestras madres o abuelas. Algo común a todos fue que nuestras antepasadas eran mujeres recluidas en el espacio privado, dedicadas a las tareas del hogar, a los hijos y al marido. Los antepasados, en cambio, fueron trabajadores con mayor o menor educación y experticia. Sin embargo, esta no es una información desconocida. Lo raro hubiera sido lo contrario. 

Toda esta introducción sirvió, entonces, para entender lo que necesitamos cambiar. En primera medida, se propone eliminar los estereotipos sobre el papel de la mujer en la sociedad. La segunda medida, por lo menos en lo que al periodismo se refiere, es incluir a la mujer dentro de los entes con poder de decisión y como fuentes especialistas en diversos temas. Una tercera medida, afín a todos los medios de comunicación, es la necesidad de impedir la mercantilización del cuerpo de la mujer como objetivo de la publicidad. 

Estos cambios no van a solucionar el problema de raíz, pero sí van a contribuir a que la brecha se vaya cerrando y, en que tal vez algún día, las diferencias entre hombres y mujeres radiquen únicamente en el aspecto biológico y no en los espacios a los que tienen acceso. 

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