En defensa de Super Mario Bros: La película
Título: Super Mario Bros: La película (The Super Mario Bros. Movie)
Director: Aaron Horvath – Michael Jelenic
Nacionalidad: EEUU – Japón
Año: 2023
Duración: 90 minutos
Por: Jhonedyer Henao Flórez
Sociólogo y estudiante de Licenciatura en Literatura, Univalle

Super Mario Bros: La película es simple y taquillera. Dirigida por Aaron Horvath y Michael Jelenic, bajo el guion de Matthew Fogel, la obra llegó a las salas de cine y la controversia no se hizo esperar. El público conservador aplaude la decisión de no incluir afros, gays, lesbianas, trans, ni nada que les represente sus traumas y miedos interiores. Los progresistas, por el contrario, aplauden que la princesa Peaches no haya sido concebida como una damisela en apuros en espera de un valiente héroe que la rescate de Bowser, como sí pasa en la mayoría de videojuegos. Que lo uno, que lo otro, que sí, que no, esto es lo que menos me importa. Detrás de esta disputa tuitera hay una discusión más interesante. Las opiniones entre la minoría ilustrada, llamada crítica, y la masa de frikis nostálgicos, llamados fans, es desigual. Los primeros la reprueban; los segundos la aman. ¿A qué responde este fenómeno en la recepción de esta película?
Yo me posiciono como un espectador promedio; por tanto, diré que, aunque la película tiene una historia simple, es buena y bonita. Para entender esto y responder a la pregunta planteada con anterioridad, primero despachemos a los críticos: si usted no ha entendido que Nintendo y la productora de cine Illumination son máquinas de hacer dinero, usted no entiende el cine como una industria. Super Mario Bros: La película justamente es una proyección de ambas empresas para usar el potencial nostálgico de la franquicia como forma de explotación monetaria. Esto no es propio de esta obra. Es propio de las lógicas cinematográficas hollywoodenses. Por algo es industria, y aquí la idea romántica de hacer cine por amor al arte no aplica. Y es a esa idea errónea a la que apelan la mayoría de críticas sobre la cinta. Es así, pues, que se hace necesario recordar que la crítica cinematográfica, por lo menos la seria, más que enfocar su mirada en los defectos de una película, debe evaluar en conjunto la propuesta, la ejecución y la recepción, desde las lógicas que plantean los artistas. Es decir: no le pida peras al olmo. Si usted analiza Super Mario Bros: La película bajo los criterios de una obra de arte profunda y exquisita, el problema no es de la película; el problema es no advertir para qué o quiénes fue hecha. En otras palabras: el problema lo tiene usted.
…abogo por la idea de que esta película, y otras similares, deben ser objeto de crítica como un producto de consumo popular y no vista como una obra de arte concebida para el deleite de una minoría ilustrada deseosa de propuestas pensadas desde la exquisitez y la magnanimidad.
Para explicar la desigualdad en la percepción de la obra es importante conocer el término fanservice. El término hace referencia a una técnica de entretenimiento que tiene la finalidad de aumentar el interés en un determinado artefacto. Su uso se extiende a gran parte de los productos cinematográficos, desde los más comerciales hasta lo que conoce como cine de autor: al público se le vende lo que pide. Es este el truco de Super Mario Bros: La película, y a la vez es el factor que la hace una buena cinta: es eficaz con el mercado para la que fue pensada, y por supuesto, también, lo es con la taquilla. Es así que para esta clase de trabajos la calidad se mide en eficiencia y no en técnica, pues logra los objetivos. Aunque de técnica no adolece, porque la animación es muy buena. De ahí el respaldo de los fans del videojuego (en los que me incluyo) a la película, quienes ven en ella referentes claros de una infancia con primos y con amigos jugando en la sala de la casa después de la escuela.
Plantear la idea de que la obra no es válida por desarrollar una historia básica es, francamente, tonto. Ignorar el estilo con el que la compañía de producción Illumination elabora sus películas es, en parte, el talón de Aquiles de los críticos que, sin fundamentos, obvian los propósitos de la compañía. En tal virtud, abogo por la idea de que esta película, y otras similares, deben ser objeto de crítica como un producto de consumo popular y no vista como una obra de arte concebida para el deleite de una minoría ilustrada deseosa de propuestas pensadas desde la exquisitez y la magnanimidad. Los fans de Mario pagan por ver alusiones de un videojuego, por cierto grado de emotividad y nostalgia, y los fans obtienen lo que desean.

Foto: es.m.wikipedia.org