Entrevista

“El arte nos pertenece a todos”: Isabella Suárez Ardila

El Museo La Tertulia inaugura la primera biblioteca especializada en arte y cine de la ciudad de Cali. Este espacio busca poner al servicio del público, la colección de libros que ha acumulado a lo largo de los años. En ellos, la sociedad caleña tendrá a su disposición la historia y actualidad del arte. Entrevista a Isabella Suárez Ardila, coordinadora de la biblioteca Cedoc del Museo.

Por: Jessica Hurtado Carvajal
Estudiante de Licenciatura en literatura, Univalle

Biblioteca Museo La Tertulia.
Foto: Facebook Museo La Tertulia.

Jessica Hurtado Carvajal (JHC): Isabella, cuéntanos quién eres y qué funciones desempeñas en el Museo.

Isabella Suárez Ardila (ISA): Soy licenciada en Historia de la Universidad del Valle  y me especializo en humanidades digitales, divulgación cultural, centros de información y documentación. He trabajado con archivos, bibliotecas y ahora con el Museo. Soy encargada de la coordinación del Cedoc Museo la Tertulia. Debo aclarar que el Cedoc siempre ha existido; lo que se va a inaugurar ahora es la biblioteca para literatura y revistas especializadas en arte y cine.

JHC: Para entrar en contexto, cuéntanos cómo fueron los inicios del Museo La Tertulia.

ISA: La Tertulia funcionó desde 1956 como una casona cultural para tertulias culturales en el barrio San Antonio. En un principio fue concebido por su fundadora como un espacio de esparcimiento en la realidad del momento, enmarcada en la dictadora de Gustavo Rojas Pinilla.

El siglo XX fue una época de las vanguardias, de la creación de manifiestos y de la oposición a los regímenes totalitaristas, por lo que la fundadora y sus amigos se vieron en la necesidad de impulsar un espacio como este, que al principio funcionó gracias al aporte de varios colaboradores. Ellos habían visto que en otros países existían espacios de sociabilidad a través del arte y la cultura, y quisieron reflejarlo en Cali.

Como aporte patrimonial a la ciudad, en el año 1968 se construyó este complejo y, posteriormente, se adquirió la Casa Obeso Mejía, ambos considerados como BIC, es decir, bienes de interés cultural que pertenecen a la ciudad de Cali.

Lo primordial que debe conocerse acerca del Museo es que fue fundado por dos mujeres, lo cual, para la época, ya era por sí solo innovador. Desde el principio, el Museo se propuso como epicentro cultural de la región y a su alrededor se formaron una serie de movimientos a finales del siglo XX. Esta historia fue recopilada en libros conseguidos en viajes por diversos países o gracias a las alianzas estratégicas con otras instituciones. Todos ellos juntos cuentan un relato que va más allá de los propios libros y que antes estaban compilados en el Cedoc, pero que, de ahora en adelante, estarán ubicados en los anaqueles.

JHC: ¿Qué es un Cedoc?

ISA: El Cedoc es un Centro de Documentación adjunto al Área de Colecciones del Museo La Tertulia, está ubicado en el segundo piso y es el encargado de recopilar la información; aunque, la verdad, no estaba muy organizada debido a las dificultades que representa el proceso de catalogar la información. El Cedoc posee una colección documental, bibliográfica, fotográfica y videográfica sobre arte moderno y contemporáneo. Hasta el año 2020, la forma de consultar esta información era a través de una cita, pero entonces fue cuando se consideró la idea de adaptar un espacio abierto al público.

Isabella Suárez Ardila, licenciada en Historia de la Universidad del Valle y coordinadora de la biblioteca Cedoc del Museo La Tertulia.
Foto: Facebook Museo La Tertulia.

JHC: ¿Cómo surgió la idea de crear una biblioteca?

ISA: Siempre existió la idea. Desde sus primeros años, la fundadora Maritza Uribe de Urdinola y la primera directora, Gloria Delgado Restrepo, quisieron tener un espacio de lecturas para consulta e investigación especializado en arte y en cine, ya que junto al Museo se creó la cinemateca. La necesidad se fue gestando en los viajes que realizaban alrededor del mundo, en donde recogían información sobre las tendencias de finales del siglo XX que después sirvió para nutrir un centro de documentación. Es solo hasta ahora, gracias a la gestión de la actual directora Ana Lucía Llano Domínguez y a los colaboradores cercanos al Museo, cuando se logró gestionar, tanto el dinero necesario, como el tiempo de crear un espacio físico para reposo de los libros.

JHC: ¿Desde cuándo vienen trabajando en esta labor?

ISA: En el año 2020, por la crisis sanitaria, se consideró la necesidad de crear este espacio de lectura. A finales del año 202, se tomó la decisión con un diseño en mano y, después de hablar con el Banco de Occidente, entidad que realizó la donación, se inició la adecuación de este espacio. Hoy es la primera vez que lo vemos así, organizado y con los vidrios libres de papeles. Ya va tomando forma. Antes, este salón era una reserva de obras pictóricas, por lo que fue necesario hacer una obra importante hasta llegar a lo que tenemos hoy.

La idea era aprovechar los jardines laterales del Museo, rodeados de naturaleza, con mucha tranquilidad, ya que lo que más se utiliza es la zona de la plazoleta y los jardines delanteros.

JHC: ¿Cómo se componen las colecciones?

ISA: Como comenté anteriormente, se contaba con una colección de libros y catálogos provenientes del Centro de Documentación Cedoc. Sin embargo, el primer gesto que impulsó el recaudo de dinero para la creación de la biblioteca fue la donación de 3.500 libros especializados en arte, por parte del artista y curador José Roca, gestor del espacio de arte contemporáneo FLORA ars + natura en Bogotá. También el cineasta y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad del Valle, Ramiro Arbeláez, aportó a la colección donando unos 500 libros especializados en cine.

El énfasis de la colección es el arte moderno y contemporáneo, aunque también se encontrará contenido relacionado con el arte precolombino o africano.

JHC: ¿Cómo surgió la necesidad de crear esta biblioteca?

ISA: Primero, hay que tener en cuenta que Cali no cuenta con bibliotecas especializadas. Hay centros de documentación, como por ejemplo Lugar a dudas, un centro con acceso libre al público, adecuado para leer e investigar sobre arte contemporáneo y cine, labor liderada por el artista Oscar Muñoz; pero biblioteca como tal, no existía. Es importante anotar que el Museo tiene más capacidad de convocatoria y facilidad para ser reconocido por el público en general que otros centros, y por eso creemos que es posible impactar a mayor cantidad de visitantes.

Foto: Facebook Museo La Tertulia.

JHC: ¿Cuáles son las expectativas y los objetivos que tienen con la biblioteca?

ISA: Esperamos que la biblioteca sea un plus del Museo, no solo a la ciudad y a sus alrededores, sino también a toda la región del suroccidente colombiano. Se pretende crear un espacio de lectura, de consulta e investigación a la comunidad, para que funcione como un complemento a la labor educativa del Museo, en donde se impactan colegios de la zona.

Algo importante es cambiar la percepción del público en general. Desde siempre los museos se han visto como el espacio ideal para los artistas, para la élite, si podemos llamarla así. Lo que ha intentado hacer la Red de Bibliotecas Públicas de Cali es que la población, no solo de la ciudad, sino también de los corregimientos aledaños, se sienta relacionada y se apropie de este tipo de lugares. Esperamos que las personas se acerquen a esta zona, que la conozcan y disfruten, porque además estamos muy cerca de la primera biblioteca de la ciudad, que es la del Centenario.

JHC: ¿Cuál es la aportación que esta biblioteca puede hacer a la comunidad caleña?

ISA: Considero que el mayor aporte de la biblioteca para los habitantes de Cali y del Valle del Cauca es la posibilidad de contar con un centro para la investigación y el conocimiento. Un lugar que ayuda a fortalecer el campo investigativo alrededor del arte.

Desde sus primeros años, la fundadora Maritza Uribe de Urdinola y la primera directora, Gloria Delgado Restrepo, quisieron tener un espacio de lecturas para consulta e investigación especializado en arte y en cine, ya que junto al Museo se creó la cinemateca. La necesidad se fue gestando en los viajes que realizaban alrededor del mundo, en donde recogían información sobre las tendencias de finales del siglo XX que después sirvió para nutrir un centro de documentación.

La biblioteca busca convertirse en un espacio complementario para que el usuario que visita el Museo, tenga una experiencia completa a través de la exploración, la consulta y el encuentro con distintas áreas del conocimiento.

El impacto que puede generar la biblioteca en la ciudad viene dado, en primer lugar, por su facilidad para llegar a mayor cantidad de personas y, posteriormente, para verse reflejado en la educación y la cultura de la ciudad. Es importante anotar que el Museo tiene un programa enfocado en los aspectos de educación y cultura, impartidos en las instalaciones del mismo, pero la biblioteca será el lugar preciso para que los usuarios interactúen y reconozcan la historia del arte y del cine en el país.

JHC: ¿Por qué es importante un centro de investigación y conocimiento del arte para la ciudad y el país?

ISA: En los últimos años, la concepción del arte ha ido cambiando, en gran parte, gracias al trabajo de los divulgadores culturales. Es de resaltar, especialmente, el acercamiento de los niños al arte, ya que la formación en este aspecto es preferible en edades tempranas. Así, el niño al que se le enseña que existe una biblioteca y un museo al que puede asistir, será un adulto que aprecie y contribuya a la divulgación cultural.

Desde este punto de vista, un centro como este puede impactar a la comunidad en general y crear espacios de aprendizaje y disfrute de nuevas formas de expresión, que a su vez, se verán reflejadas en una mejor convivencia entre los ciudadanos. 

Foto: Facebook Museo La Tertulia.

JHC: ¿Existen otros centros que cumplan la misma finalidad en Colombia?

ISA: Hasta donde sé, estamos innovando, en tanto esta es la primera biblioteca especializada en arte y cine del país, que además hace parte de un museo. Es por ello que son importantes las alianzas que podamos crear de otros lugares similares a este, como los museos de Arte Moderno de Bogotá, Medellín, Cartagena y Barranquilla, así como con los centros de documentación de los mismos. También con las universidades que imparten programas de arte y de historia del arte a lo largo y ancho del país. En la ciudad, tenemos una relación muy cercana con Bellas Artes; de hecho, varios de los colaboradores del Museo son egresados de esta institución o están realizando sus prácticas académicas en el Museo y sus distintas dependencias.

Es interesante resaltar que en la ciudad de Cali se llevaron a cabo cinco bienales de artes gráficas, impulsadas por la fundadora y por la primera directora del Museo. Gracias a esto, fue adquirida parte de la colección de arte del Museo, las cuales se constituyeron como punta de lanza de la cultura de la ciudad. Recordemos que Cali, en la segunda mitad del siglo XX, fue pionera, a nivel nacional y latinoamericano, en todo lo relacionado con arte, cine y cultura en general. Estamos apuntando a volver a serlo.

Esperamos que la biblioteca sea un plus del Museo, no solo a la ciudad y a sus alrededores, sino también a toda la región del suroccidente colombiano. Se pretende crear un espacio de lectura, de consulta e investigación a la comunidad, para que funcione como un complemento a la labor educativa del Museo, en donde se impactan colegios de la zona.

Algo importante es cambiar la percepción del público en general

JHC: ¿Cómo es la recepción que la sociedad caleña le ha dado al arte que expone el Museo?

ISA: Con la pandemia las instituciones culturales se vieron afectadas, ya que el sostenimiento de estos lugares está mediado por la asistencia del público. Aunque el Museo se defendió gracias a los recorridos y talleres virtuales impartidos en esos meses.

Esperamos que, gracias a la apertura de la biblioteca, las personas vuelvan a habitar el complejo del Museo y a apropiarse de los distintos espacios que hemos creado para ellos.

Sabemos que, en los últimos años, la concepción del Museo ha cambiado y ahora se busca, a través del trabajo con la comunidad y especialmente con los niños, que sean lugares abiertos, donde no solo se expongan obras de arte, sino que también se intercambien conocimientos con la comunidad. Para ello, estamos involucrando otras áreas del saber, como por ejemplo, las ancestrales (cocina, medicina) de las comunidades afro e indígena. El Museo, y particularmente la biblioteca,  apunta a cambiar la percepción del arte como ese concepto heteropatriarcal y elitista, para que se constituya como una muestra de la diversidad de etnias, lenguas y tradiciones que nos configuran cono comunidad mestiza.

Foto: Facebook Museo La Tertulia.

JHC: ¿De qué forma van a estar disponibles las colecciones (física, virtual) y cómo puede el usuario acceder a ellas?

ISA: El Cedoc va a seguir funcionando mediante citas para consultas especializadas. Para el público en general, la biblioteca va a prestar servicio desde en los horarios de 2 pm  a 7 pm, de martes a sábado.

Por el momento, vamos a contar con un catálogo virtual en el área del centro de documentación, ya que la página web de la biblioteca se encuentra en construcción. Hicimos una alianza con la Red de Bibliotecas Públicas de la ciudad para catalogar los ejemplares e incluirlos en su sistema, y que cualquier persona en el mundo con acceso a internet pueda acercarse a ellos. Por el momento, contamos con 600 libros en este formato.

En cuanto a la consulta física, solo podrá realizarse en el espacio de la biblioteca. Más adelante se espera que algunos ejemplares puedan ser destinados para préstamo externo, pero es algo que permanece en estudio.

Foto: Facebook Museo La Tertulia.

JHC: Por último, háblanos de la inauguración. ¿Qué actividades se van a realizar y quiénes están invitados a participar?

ISA: La inauguración se llevará a cabo el jueves 13 de octubre, desde las 5:30 pm. Aprovechando que es también el primer día de la Feria Internacional del Libro de Cali, realizamos una alianza con los organizadores del evento, por lo que varias de sus actividades van a tener lugar en este complejo. Empezaremos con un evento conversatorio del lanzamiento del libro Nadaísmo, una propuesta de vanguardia, de la autora Laura Alejandra Rubio León, en la cinemateca, ya que se hizo una invitación abierta y esperamos gran afluencia de público.

Luego, pasaremos al espacio de la biblioteca para compartir un cóctel con los directivos del Banco de Occidente, así como con las personas que han hecho posible que este sueño se cumpla y, más adelante, llevaremos a cabo una visita guiada por los distintos espacios de la biblioteca para que los usuarios se familiaricen con ella. Así que están todos invitados al evento.

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