Año Manuel Zapata Olivella 2020 – Tierra mojada de Manuel Zapata Olivella
Tierra mojada de Manuel Zapata OlivellaUna novela actual a más de medio siglo de su publicación
El periódico cultural La Palabra se une a la conmemoración del Año Manuel Zapata Olivella 2020, declarado por el Ministerio de Cultura de Colombia por motivo del centenario del hijo ilustre de Santa Cruz de Lorica. A continuación, la primera de una serie de entregas que a lo largo de todo el año, esperamos, acerque a nuestros lectores la vida y obra de este gran escritor afrocolombiano. En esta oportunidad, reseñamos Tierra mojada, su primera novela.
Título: Tierra mojadaAutor: Manuel Zapata OlivellaEdiciones Bedout S.A., 1947.217 páginas
Por: Julio César Pino AgudeloEstudiante de Lic. en Literatura
Manuel Zapata Olivella (1920 – 2004), médico y escritor afrocolombiano.Foto: Archivo familia Zapata Olivella.
Tierra mojada, publicada en 1947, es la primera novela del médico y escritor Manuel Zapata Olivella, nacido en Santa Cruz de Lorica, Córdoba, en el año 1920. En el momento en que sale a la luz su ópera prima, Zapata Olivella ya es un hombre de 27 años de edad que ha sido testigo y ha sufrido, en carne propia, la injusticia social y la discriminación racial no solo en Colombia, sino también en Estados Unidos y Centroamérica, vivencias que ampliaron profundamente su percepción en cuanto a su consciencia de clase (hijo de familia campesina pobre) y su identidad tri – étnica (producto de sus abuelos indígenas, negros y blancos). La novela es, pues, el producto de un sincero interés del escritor novel de relatar y dejar testimonio de la injusticia social.
En Tierra mojada se narra la historia de las dificultades vividas por tres familias de agricultores encabezadas por la de Gregorio Correa, su esposa y sus dos hijos, en Los Secos, territorio cercano a la desembocadura del río Sinú, único pedazo de tierra más o menos habitable en el que tuvieron que refugiarse después de ser desplazados por el gamonal de la región, Jesús Espitia, quien cuenta con el respaldo de la ley y la iglesia para ejercer el control material y espiritual, respectivamente, y oprimir a los campesinos asalariados de la región. Los personajes, además del desarraigo que sufren a causa del poder del gamonal al ser despojados de sus tierras, también experimentan un desarraigo de identidad, pues desconocen sus raíces indígenas y negras, emparentándose ya no por lazos étnicos, sino por un destino común: la marginalidad. La explotación de los arroceros por la codicia de Espitia es inhumana, hasta que llega al pueblo el maestro de escuela, quien indignado por la injusticia social agenciada por el gamonal y la iglesia, muestra a los campesinos el camino hacia la dignidad al agremiarlos y promover la fijación de jornales dignos.
En cuanto al lugar de la novela en el conjunto de su obra, Tierra mojada inaugura un primer momento en la creación literaria de Zapata Olivella que, al igual que en los demás relatos que hacen parte de esta etapa, como lo son Pasión vagabunda (1949), He visto la noche (1954), China, 6 a.m. (1955) y La calle 10 (1960), se caracteriza por un marcado sello autobiográfico. En cuanto a lo temático, por la injusticia social y la discriminación racial, rasgo transversal a toda su obra, y en cuanto a lo estilístico, por una prosa escueta y descarnada, carente de técnicas narrativas complejas (muy en boga en autores como Faulkner y Joyce, entre otros, como por ejemplo: el monólogo interior, el flujo desordenado de la consciencia de los personajes, episodios metaficcionales, etc.), rasgo apenas natural en un escritor aprendiz aguijonado por el inconformismo social y menos preocupado por el cómo, que por el qué. El interés primordial del autor en esta primera etapa de su obra es, pues, plasmar un mundo que se le presenta, en tanto que afroamericano pobre, como hostil y amenazador, con toda su carga de miseria y desesperanza. La literatura es, en esta etapa de su obra, un medio para un fin: testimoniar y denunciar.
En la segunda etapa de su obra, cuyo punto de inflexión estuvo marcado por su paso por el Instituto Caro y Cuervo en Bogotá y la influencia del profesor Rafael Torres Quintero, Zapata Olivella empieza a hacer gala de técnicas narrativas más complejas, tales como la introspección, los juegos con el manejo del tiempo, el monólogo interior, etc. Es así que en novelas como Chambacú, corral de negros, Detrás del rostro y En Chimá nace un santo, Zapata Olivella muestra una evolución como escritor en lo estético, dando un salto cualitativo definitivo que empieza a perfilarlo como el autor maduro de Changó, el gran putas (1983) y El fusilamiento del diablo (1986).
Publicada a mediados del siglo pasado, Tierra mojada es una novela vigente, pues refleja una realidad que se niega a desaparecer: la lucha por el predominio de la tierra por parte de los grandes terratenientes a través del despojo, el desplazamiento y el asesinato. Cuando se pensaba que la ejecución del proceso de paz firmado por el Estado colombiano y la guerrilla de las Farc restituiría la tierra a los campesinos desplazados por décadas de conflicto armado, los Jesús Espitia se aferran a sus feudos, la violencia se recrudece y el derramamiento de sangre es pan de cada día: por lo menos un líder social asesinado a diario en lo que va del 2020. La novela, pues, cobra actualidad para decirnos que si algo ha cambiado, es para que todo siga igual.